Te voy a contar algo diferente hoy, una historia sobre una chica y su no tan afortunado destino.
Había una vez, en algún lugar de Alemania, una pareja que después de muchos intentos fallidos estaba esperando a su primer hijo. Durante el embarazo a la mujer le daban unos antojos muy extraños, quería comer una de las lechugas rapunzel (también llamadas canónigos) que había en el huerto de a lado, perteneciente a una malvada bruja, era tal el deseo de probar esas lechugas que la mujer poco a poco dejó de comer y comenzó a debilitarse, todo lo que quería era comer de esos vegetales, la preocupación de su esposo aumentaba junto con el antojo de su mujer, así que una noche entró a escondidas al huerto de la bruja y le robó una de las lechugas. A la mañana siguiente su esposa no podía creer lo que tenía en su plato, pero el probar las lechugas solo aumentó su deseo y quería más, noche tras noche el pobre hombre salía a conseguir el objeto de deseo de su mujer, hasta que en una noche se topó con la bruja, quién le preguntó con voz amenazante: "¿Quién está robando mis lechugas?", el hombre intentó tranquilizar a la bruja contándole sobre el embarazo de su esposa y las razones por las que hacía eso, la buja le dijo: "Está bien, puedes llevarte todas las lechugas que quieras, pero cuando la niña nazca será mía". Aterrorizado y pensando que la bruja se olvidaría de esa promesa, aceptó. Al poco tiempo su esposa dio a luz a una hermosa niña, pero apenas estaban disfrutando de su felicidad cuando la bruja llegó a reclamar lo que era suyo, arrebatándoles a la pequeña, "te llamaré Rapunzel" dijo la bruja aún frente a los padres y se la llevó lejos, muy lejos. La niña crecía y al pasar de los años se volvía cada vez más linda, era un pequeño angel de dorado cabello y blanca tez, la bruja decidió que ninguna otra persona debía de ver la belleza de Rapunzel, así que la encerró en lo alto de una torre sin puertas y sólo una ventana.
Años después, un príncipe cabalgaba por el bosque cuando escuchó una hermosa voz de mujer entonando una canción que llegó hasta su corazón, siguió esa voz y llegó frente a una torre en medio del bosque, de pronto vio como una mujer se paraba frente a la torre y gritaba "Rapunzel, Rapunzel, deja caer tu cabello", una larga trenza se dejó caer desde la ventana de la torre y la bruja subió utilizándola como cuerda, el príncipe esperó a que saliera y viendo hacia la ventana gritó "Rapunzel, Rapunzel, deja caer tu cabello", subió del mismo modo que la bruja y al llegar a la ventana, se encontró con una bella joven que parecía asombrada de verlo, ella le contó que esa malvada bruja la encerró ahí desde que tiene memoria y que se asustó, pues nunca había visto a un hombre en su vida, el príncipe se enamoró de la joven y le prometió que cada vez que la visitara le llevaría una bola de seda para que con ella tejiera una escalera, así continuó sus visitas el príncipe cada día enamorándose más de Rapunzel y ella de él, ya se habían prometido que al bajar de la torre, Rapunzel y el príncipe se casarían.
Un día, después de que la bruja le diera un tirón a su cabello al subir por la torre, Rapunzel cometió el error de decirle "¿Porqué pesa más usted que el príncipe?", la bruja se dio cuenta de la traición de Rapunzel y en ataque de ira le cortó su largo cabello y la envió a un lugar lejano y desolado. Al llegar el príncipe subió como acostumbraba pero enorme fue su sorpresa al descubrir que en lugar de su amada se encontró con una horrible bruja que le dijo: "Tu pajarito cantor se ha ido, no la volverás a ver jamás", el príncipe se lanzó por la ventana al ver todo perdido y cayó sobre un arbusto con espinas que se clavaron en sus ojos, dejándolo ciego.
Vagando por el mundo y ya sin esperanza, escuchó un día una voz que reconocería en cualquier lugar, era Rapunzel cantando una triste canción, al verlo ella corrió a abrazarlo y no pudo evitar llorar, sus lágrimas de gozo cayeron en los ojos del príncipe y éste recuperó la vista. Rapunzel y el príncipe se casaron y vivieron felices para siempre.
Te preguntarás qué tiene que ver esto o por qué lo escribo, es porque cuando era pequeña era uno de mis cuentos favoritos, estaba en la edad en que estas historias te enseñaban a amar, a creer que luchando por un amor serías feliz y a esperar para recibir lo bueno de la vida. Nunca pensé en necesitar estas lecciones, pero siempre las mantuve en mi mente, hasta conocerte no creí que este tipo de cosas fueran reales, pero ahora no puedo hacer más que aferrarme a esas ideas, luchar por amor y esperar el final feliz, contigo, claro.
A la vez me identifico con ella, soy una joven que ha sido sobreprotegida por sus padres toda la vida, casi no salgo de mi casa a menos que sea necesario, por eso cuando tengo tiempo, voy de difocur a lugares cercanos y para mí es como visitar un mundo nuevo, experimento la libertad y luego tengo que volver a mi torre y seguir las reglas de mis padres, claro está hasta que mi príncipe llegue y podamos escapar, ser libres y ver el mundo juntos.
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